El arte de escribir ¡cómo coger el lápiz!

Cuando comienza la escolarización de los niños, nos encontramos que parte de las actividades tienen como componente común el colorear. Se comienza normalmente con pintura de dedos, luego usan lápices de colores gruesos o ceras, y poco a poco se les va introduciendo en lo que posteriormente se convertirá en escritura.
Para poder coger correctamente un lápiz, un creyón o una cera, el niño o niña debe de haber adquirido algunas destrezas.
Entre ellas, tener un buen control de la psicomotricidad fina. Aunque a los adultos nos parece algo sencillo, no lo es tanto. De hecho, muchos jóvenes y adultos siguen cogiendo mal el bolígrafo lo que provoca un trazado irregular y tensión en mano y hombros.
Los profesores de Educación Infantil, a partir de que el niño o niña tenga tres años, comenzarán a corregir el modo en el que cogen el lápiz. Esta labor puede costar bastante trabajo dado que muchos niños cogen el lápiz mal desde pequeñitos y ya sabemos cómo cuesta modificar una conducta.
Es importante corregirlo lo antes posible desde casa, así les será más fácil a los profesores y estaremos evitando complicaciones futuras.
Nos podemos encontrar con niños que sujetan demasiado fuerte el lápiz, otros demasiado débil, o no controlan la fuerza con el que lo hacen rompiendo el papel. También podemos ver que no lo agarran correctamente. Todo esto es normal, porque lo que realmente se busca es que el niño experimente con una nueva actividad de papel y lápiz pero podemos ir ayudándoles a corregir posturas.

Desde el inicio sería bueno ir poco a poco corrigiendo la forma en la que se coge el lápiz pero también es cierto que no a todos los niños les va a resultar fácil. Una mala postura hará que los niños no controlen el trazo resultando más complicada la adquisición de la escritura así como provocar dolor en la mano, cuello y hombros. También hace falta conseguir una buena coordinación ojo-mano (óculo-manual).
¿Qué trucos podemos usar para ayudarles a adquirir tanto la psicomotricidad fina como también a coger el lápiz?
A los niños les encanta mancharse y una forma divertida de conseguir esa motricidad y coordinación óculo-manual puede ser utilizando las pinturas de dedos. Los podemos poner con papeles grandes, para que ellos sean libres de pintar sin tener que controlar en un principio el “no salirse de la página”.

Hacer bolas de plastilina. Al principio las haremos grandes y poco a poco le pediremos que las hagan un poco más pequeña. El fin es conseguir que las terminen haciendo con los dedos índice y pulgar. Este mismo juego podemos hacerlos con migas de pan, papel de seda…

Rasgar papeles. Aquí hay que tener un poco de cuidado con los papeles que les dejamos a su alcance porque por un lado le estamos invitando a romper libremente el papel pero él o ella, no sabrá qué papel romper. Lo ideal es sujetar el papel con el índice y pulgar de cada mano y provocar el rasgado en el medio de las manos.
- Abrochar y desabrochar botones.
- Subir y bajar cremalleras.
- Picado y perforado de dibujos
- Enhebrar o coser.
Una vez esté más acostumbrado, podemos invitarle a que hagan círculos, corregir el giro, nos interesa que aprendan a realizar el giro en sentido contrario a las agujas del reloj pues cuando lleguemos a la escritura, facilitará el enlace de una letra a otra.
Existen en el mercado lápices triangulares que ayudan a la correcta colocación de los dedos. También podemos poner a nuestros lápices un adaptador de goma que ayudara a que el agarre sea el adecuado.
También podemos poner una traba o pinza de la ropa
Cuando el problema es el control de fuerza, el niño puede llegar a romper el papel, por lo que deberemos trabajar con distintas texturas. Pasar de un lápiz de mina blanda a uno de mina dura, o bien pintar con pincel, con ceras… poco a poco se dará cuenta de que debe ejercer menos fuerza.